domingo, 26 de septiembre de 2010

Viva Guadalajara puessssn!








Con ingredientes de la Perla Tapatía, esta vez Laura y Sergio nos ofrecieron una exquisita comilona precedida por una colorida como variada botana consistente en pepitas de calabaza, habas enchiladas,chícharos deshidratados, nanches, pepinos y jícamas; sin faltar obviamente el tequila, la buena cerveza y limonada con chía o salvia hispánica para los abstemios, rica en omega 3 que parece ser excelente y recomendable para personas con juventud acumulada como los honorables miembros de tan prestigiado club, ya que a través de la tertulia nos fuimos percatando de lagunas mentales tan grandes como el lago de Chapala.
Como entrada, una vez en la mesa, nos sirvieron unos minichayotes de rechupete rellenos con su propia carne en bechamel , combinada con pimientos, nopales y algo de jamón todo ésto picado y horneado antes de emplatar. El delicioso platillo fuerte consistió en carne de puerco en pipián con tomate milpero,unos minúsculos tomatillos verdes que para algunos como el que escribe fue completa novedad. Como guarnición se saboreó un exquisito arroz blanco con pan de elote,especialidad de la siempre aplicada chef Laura que no descuida detalle para halagar.El vino tinto chileno logró adecuado maridaje con el menú.
Terminamos con un delicioso dulce de mamey elaborado con yema de huevo , leche condensada y adornado con trocitos de nuez servido en finas copas de vidrio recién soplado en Tonalá . Para el desempance pasamos a la sala a saborear el rico café de la casa, rollo de guayaba con leche traído del mercado de San Juan de Dios y ricos suspiros o minimerengues que parecían recién salidos del horno.
Los temas discutidos en la sobremesa fueron tan variados como la botana; desde el porqué la carne en Culiacán no es tierna y jugosa como la americana, hasta la acalorada discusión sobre el edificio de Telmex en Guadalajara cuyo desplazamiento el tapatío anfitrión se negaba a reconocer calificándolo de leyenda urbana.Como siempre la Internet despejó todas las dudas poniendo a cada quien en su lugar y sobre la carne y ganado el veterinario nutriólogo Oscar, aunque debidamente acotado, aprovechó para exponer sus teorías ante la mirada atenta del grupo , principalmente la de Ferdi Gonespi des Monts ávido de respuestas, quien acababa de tener terribles experiencias con el producto cárnico en cuestión, viéndose obligado sin Mariza a pasar la mañana entre el supermercado, su cocina y la procuraduría del consumidor donde es ampliamente conocido.
La soirée se prolongó hasta las ocho de la noche y nos despedimos satisfechos y agradecidos con los gentiles anfitriones con la promesa de reunirnos nuevamente chez les Bonardel a mediados de octubre.